El impacto provocado por la movilización de diciembre se ha debido tanto a su alcance como a su diversidad: jóvenes y ancianos, abogados, artistas, profesores, estibadores, personal ferroviario, profesionales de empresas, empleados, médicos, enfermeras, bomberos, músicos, trabajadores de correos, estudiantes de primaria y secundaria, aduaneros... todos ellos han marchado por una misma causa. Esta agitación tiene lugar un año después de la impresionante aparición de los “chalecos amarillos”, en un momento en que dicho movimiento mostraba signos de debilitamiento. Emmanuel Macron y el Gobierno pensaban contar con la ventaja que suponía la marginación de los sindicatos por parte de los “chalecos amarillos” y creían haber calmado la furia del pueblo francés mediante medidas financieras y consultas ciudadanas. Así pues, ¿no les ha “cedido” 10.300 millones de euros –exención de impuestos para las horas extraordinarias, aceleración en el aumento del salario mínimo a través de la prima de actividad, supresión del (...)
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Ni un día de más en el trabajo
El mundo empresarial se ha vuelto cada vez más exigente, a veces hasta letal. Una evolución que contribuye a explicar por qué muchos asalariados rechazan la idea de jubilarse aún más tarde.
por Danièle Linhart,
enero de 2020
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