La guerra de Biafra constituyó el crisol de la acción humanitaria contemporánea. De mayo de 1967 a enero de 1970 este conflicto enfrentó al gobierno central de Nigeria con el pueblo de los ibos (mayoritariamente cristiano y animista) después de que éste se separara y proclamara la República de Biafra al este del país. Esta sangrienta guerra civil que duró más de treinta meses vio emerger una solidaridad internacional de nuevo tipo, más perturbadora, más “interpelativa”. Dio origen a una nueva generación de militantes humanitarios. Su innovación residió en la idea de hacer que la opinión pública pesase sobre las decisiones de política extranjera. Las relaciones internacionales de un país ya no tenían que estar reservadas únicamente a diplomáticos y militares.
Todo había empezado el 26 de mayo de 1967 con un voto del Consejo Consultivo de la región Este que decretaba su secesión. El 30 de mayo el teniente coronel (...)