Si no hubiera inspirado al pintor español Pablo Picasso una obra maestra en homenaje a las víctimas para la Exposición Universal de 1937 en París, ¿habría perdurado la destrucción de Guernica en la “memoria de la humanidad”? De haberse limitado a los libros, aun cuando se tratara de obras de grandes historiadores, su recuerdo sin duda se hubiera difuminado.
Pero, ¿por qué los franquistas quisieron destruir Guernica, una población ubicada a 35 kilómetros de Bilbao? Se trataba del País Vasco. Éste había obtenido por fin un estatuto de autonomía política, tras las elecciones legislativas de febrero de 1936 en las que había triunfado en España el Frente Popular. Desgraciadamente, apenas formado el nuevo gobierno, el 17 y 18 de julio, estalló un golpe de Estado militar liderado por el general Franco. Como consecuencia, y habiendo optado por el respeto a la legalidad, los vascos no tenían esperanza de sustraerse al fuego (...)