La destrucción de la aldea vasca de Guernica por la aviación alemana al servicio del general Francisco Franco durante la guerra de España, el 26 de abril de 1937, dio lugar a una de las supercherías mediáticas más grandes del siglo XX. Comparable, en sentido opuesto, a la que inventaron los soviéticos sobre la matanza de Katyn (alrededor de veinte mil ejecuciones de miembros de la élite polaca) en la primavera de 1940, que atribuyeron al ejército alemán, y que finalmente en 1990 Mijail Gorbachov denunció como obra de la NKVD, la policía política soviética, por orden de Stalin.
Los franquistas atribuyeron el crimen de guerra de Guernica a los republicanos, y esta tesis fue ampliamente difundida en el mundo por los medios anticomunistas de la época. La polémica y las controversias perturbaron a mucha gente de buena fe, que terminaban dudando de todo, y preguntándose a quién creer.
Para poner fin (...)