Relativamente habituales en el siglo XX, las operaciones “de falsa bandera” son llevadas a cabo de forma clandestina para hacer culpable de éstas al enemigo. La referencia a este tipo de operaciones, de las cuales aquí encontramos algunos ejemplos, es algo habitual en el discurso conspirativo.
– 18 de septiembre de 1931. Los japoneses acusan a los chinos como responsables del atentado que ellos mismos han llevado a cabo. El caso, conocido con el nombre de “incidente de Mukden”, sirve de pretexto para la invasión de Manchuria por parte del imperio nipón.
– Noche del 27 al 28 de febrero de 1933. El Parlamento alemán, el Reichstag, se incendia. Los nazis, en el poder, acusan a un joven militante comunista y aprovechan la ocasión para suspender las libertades individuales. ¿Fueron ellos mismos los que causaron el incendio?¿Lo manipularon? ¿O, simplemente, dejaron que continuara? Quedan aún algunas zonas sombrías pero con (...)