La masacre de cuarenta y tres estudiantes mexicanos en Iguala, en septiembre de 2014, acentuó el malestar ante una violencia fuera de control en América Latina y el Caribe. Cada día, casi trescientas ochenta personas son asesinadas en la región. De acuerdo con las cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), dos tercios de esas personas son asesinadas mediante el uso de armas de fuego. Con el 10% de la población mundial, la región concentra el 30% de los homicidios y acusa un índice de 25 asesinatos al año por cada 100.000 habitantes, es decir, más de cuatro veces el índice mundial (6,2%).
Las actividades criminales no están repartidas de forma igualitaria en el plano geográfico, particularmente afectados están América Central y el Caribe. El aumento de delitos relacionados con el tráfico de drogas y con las bandas, que facilitan la impunidad y (...)