Hay un novelista contemporáneo, uno de los más importantes, que siente la necesidad de interrumpir por un instante la escritura de sus novelas para proponernos una meditación sobre su arte. ¿Debemos asombrarnos? En una época de esterilización y achatamiento del discurso universitario y de transformación de la crítica literaria en palabrería promocional, no se ve quién podría hacerlo en su lugar... Milan Kundera nos ofrece pues la tercera parte de su “arte de la novela”: allí recapitula los principales temas de sus anteriores ensayos con el fin de profundizarlos, completarlos, desarrollarlos, abrirlos a nuevas perspectivas. Por cierto, este libro no se presenta sino como la reflexión de un creador a partir de su propia práctica que le permite ilustrar su estética, sus singulares tomas de posición. Pero al leerlo percibimos que también tiene un alcance mucho más general.
En efecto, ¿dónde estamos con respecto a los discursos que dominan el ámbito (...)