El mundo espera mucho de Europa. Al menos es lo que se deduce de obras recientes. Los llamamientos a otra Europa formulados por el movimiento social sobre el viejo continente parecen confirmar esa expectativa. Europa no se constituirá entonces sino dándose los medios para responder a ella. Pero ¿qué es lo que se espera?
El mundo no espera buenas intenciones: espera que Europa invente un nuevo modelo industrial capaz de poner fin al proceso de desindividualización generalizada que socava las sociedades occidentales. Gilbert Simondon llamaba individualización psicosocial al proceso por el cual un individuo colectivo llega a ser lo que es a través de la individualización psíquica de quienes lo componen. Este proceso es una dinámica donde la individualización psíquica participa esencialmente de la individualización social contribuyendo a esta individualización. Una verdadera constitución de Europa debiera crear un nuevo proceso de individualización psíquica y colectiva de sus habitantes, haciendo converger entre (...)