“Estamos en guerra”. El presidente de la República francesa Emmanuel Macron lo repitió hasta siete veces en su discurso solemne del 16 de marzo de 2020. En guerra, ¿contra quién? Contra un virus que causa una enfermedad benigna en aquellos a los que no mata. Pero que, por ser especialmente contagioso y no existir vacuna, puede matar a muchas personas, y no solo a ancianos o personas de salud frágil. Por eso los bandazos y titubeos en la comunicación gubernamental.
Hemos pasado así, en pocas semanas, de unos mensajes tranquilizadores destinados a proteger a las personas denominadas “de riesgo” a la movilización general con la orden de ponerse todos a salvo cuanto antes. La contradicción culminó la víspera de la primera vuelta de las elecciones municipales, cuando el primer ministro Édouard Philippe decidió el cierre inmediato de bares y restaurantes, al tiempo que instaba a los ciudadanos a acudir a los (...)