ACCESO A SUSCRIPCIÓN TEMPORAL GRATUITA
Este periódico se ha realizado en las condiciones determinadas por las medidas de confinamiento. Es decir, mediante teletrabajo. Se han vaciado nuestras dependencias y nuestras discusiones se han espaciado. En la redacción de Le Monde diplomatique, hormiguero normalmente ajetreado donde se apresuraba todo un equipo y donde se elaboraba cada número, ahora reina una atmósfera de claustro electrónico: ordenadores controlados a distancia se agitan en silencio. Y el trabajo de edición y de fabricación se realiza casi exclusivamente a través de la pantalla, ahí donde nos gustaba añadir el contacto del papel, la presencia de tachones y de anotaciones manuscritas. En estas circunstancias excepcionales, los procesos de corrección han podido, aquí y allá, alejarse de su rigor habitual. Les pedimos disculpas.
No es nuestra única dificultad. Aunque, debido a la necesidad de informar, el Gobierno autoriza la apertura de kioscos, un elevado número de vendedores de periódicos han bajado la persiana, unos en las estaciones y en los aeropuertos, otros en las calles tanto de grandes ciudades como de pueblos. Para aquellas personas que compran nuestro periódico de número en número, les será más difícil encontrar en las próximas semanas, incluso en los próximos meses, los ejemplares de Le Monde diplomatique, cuya difusión en su edición impresa habíamos logrado mantener en estos últimos años, al contrario de la tendencia al “todo digital” de las demás publicaciones. Además, los servicios postales también están sufriendo grandes retrasos.
A este problema de tipo sanitario y logístico se añade otro, financiero. Presstalis, la cooperativa responsable de la distribución en Francia de los diarios y de numerosas publicaciones periódicas, es decir, de su transporte desde las imprentas hasta los kioscos, se encuentra al borde de la bancarrota. Gravemente endeudada, Presstalis ya no puede pagar a los editores, lo que significa que Le Monde diplomatique no ha percibido sus ingresos por los números vendidos desde febrero. La pérdida es severa y aumenta cada día.
Preocupados por respaldar la actividad de los trabajadores de los sectores de la imprenta y de la distribución, hemos recomendado regularmente a nuestros lectores que apoyen a los vendedores de periódicos, el último eslabón de una cadena indispensable y, pese a ello, víctimas de unas remuneraciones cada vez más inciertas debido al continuo descenso de la difusión de prensa. No obstante, en estos tiempos inciertos, modificamos nuestra recomendación: suscribirse –en nuestro sitio web o llamando al teléfono (+34) 963914990– ha pasado a ser la mejor manera de preservar la difusión de nuestras ideas y de garantizar nuestros ingresos y nuestra perennidad.
Por otra parte, desde Le Monde diplomatique en español hemos tomado la decisión de abrir nuestra información a todos los lectores y lectoras durante estos días de excepcionalidad, en principio hasta el 27 de abril (hemos ampliado el periodo anterior, que finalizaba el 12 de abril), mediante una suscripción digital gratuita. Esta medida la hemos podido tomar gracias a nuestros lectores y, especialmente, a nuestros suscriptores.
Los miles de suscriptores y suscriptoras que año tras año mantienen su compromiso con nuestra publicación son la garantía de nuestra independencia, y son quienes permiten que continuemos con esta aventura de pensamiento crítico, alejada de las lógicas del mercado. Queremos reiterarles nuestro agradecimiento. Os invitamos a continuar colaborando con la viabilidad de Le Monde diplomatique a través de la suscripción o realizando microdonaciones en nuestra página web.
Cuídense, cuiden y cuidémonos.