En diez años, la cantidad de dinero destinada a financiar la acción humanitaria a escala mundial se ha quintuplicado, y actualmente se sitúa en los 26.300 millones de euros anuales. Este crecimiento económico viene de la mano de la proliferación de estructuras, desde la asociación local impulsada por unos cuantos voluntarios hasta la organización no gubernamental internacional (ONGI), pasando por las agencias y los programas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Aun así, la disparidad entre los fondos disponibles y las necesidades no para de acrecentarse, sobre todo debido a la intensificación de las crisis, tales como los conflictos armados, las catástrofes relacionadas con el cambio climático y la urbanización acelerada, que afectan a más individuos durante un periodo de tiempo más prolongado. Se estima que, en 2018, el número de víctimas por catástrofes (...)