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¿Qué alternativas hay al neoliberalismo?

La crisis, las víctimas y la esperanza

El mundo requiere alternativas y no sólo regulaciones. No es suficiente rehabilitar un sistema, hay que transformarlo. Es un deber moral. Para comprenderlo debemos adoptar el punto de vista de las víctimas. Eso permite a la vez hacer una constatación y expresar una convicción. La constatación es que, en su conjunto, las crisis –financiera, alimentaria, energética, hídrica, climática, social– tienen todas una causa común. Y la convicción es que, juntos, podemos transformar el curso de la historia.

por François Houtart, enero de 2009

Cuando 850 millones de seres humanos viven bajo el umbral de pobreza, y su número aumenta. Cuando, cada 24 horas, decenas de miles de personas mueren de hambre. Cuando, día tras día, desaparecen etnias, modos de vida y culturas, lo que pone en peligro el patrimonio de la humanidad. Cuando el clima se deteriora y cuando surge la pregunta “¿vale la pena vivir?” en Nueva Orleans, en El Salvador, en el Sahel, en las islas del Pacífico, en Asia Central y en las orillas de los océanos, no podemos limitarnos a hablar sólo de crisis financiera. 

Las consecuencias sociales de esta crisis se hacen sentir más allá del ámbito financiero: desempleo, vida cara, exclusión de los más pobres, vulnerabilidad de las clases medias y aumento incesante de víctimas. Seamos claros, esta crisis no es sólo un accidente o un abuso cometido por algunos actores económicos que requieren ser sancionados. La realidad (...)

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