La devastadora austeridad impuesta por Berlín a toda la zona euro y en particular a sus socios del Sur (Grecia, Portugal, España, Italia y Chipre) está provocando en estos países una subida de la germanofobia. En sus recientes visitas a Madrid, Atenas y Lisboa, la canciller alemana Angela Merkel ha sido recibida por manifestaciones muy hostiles. Miles de víctimas de las políticas ‘austericidas’ denunciaron en calles y plazas la coacción del “IV Reich” y acogieron a la dirigente alemana con banderas nazis y uniformes de las SS o de la Wehrmacht...
En Francia también –cuando se acaban de celebrar por todo lo alto los cincuenta años del Tratado de amistad franco-alemán, piedra angular de la política europea de París– los amigos del presidente François Hollande ya no dudan en reclamar un “enfrentamiento democrático” con Alemania y acusan al vecino germano de “intransigencia egoísta”. El propio secretario general del Partido Socialista (PS), (...)