En un siglo XXI de grandes desigualdades, el acceso a los derechos sociales, incluido el derecho a la salud, sería clave para una realidad más justa, un paso adelante para combatir la pobreza y asegurar la cohesión social. En todo el mundo, cada año 150 millones de enfermos gastan en sanidad más del 40% de sus ingresos. La cobertura sanitaria universal (CSU) tiene el potencial de transformar la vida de millones de personas al ofrecer atención sanitaria vital a quienes más lo necesitan.
Existe un creciente interés en la cobertura universal como objetivo de los sistemas de salud. Por ejemplo, el Informe Mundial sobre la Salud de 2010 acerca de la CSU y la declaración correspondiente de la Asamblea Mundial de la Salud instaban a los Estados miembro a “aspirar a una cobertura universal asequible y un acceso a todos los ciudadanos fundamentado en la igualdad y la solidaridad”. En diciembre (...)