¿Qué solución existe para las empresas estadounidenses que fabrican sus productos en China? ¡Taiwán! En junio de 2019, en plena guerra comercial entre Pekín y Washington, Terry Gou, consejero delegado de la compañía taiwanesa Foxconn, defendía esta opción. Al igual que numerosas multinacionales implantadas en territorio chino, Foxconn, primer suministrador de componentes de la estadounidense Apple, se ve tentada de retirar algunas de sus fábricas del continente. La persona más rica de la isla, que había planeado presentarse a las elecciones antes de retirarse repentinamente de la carrera presidencial en octubre de 2019, prometió entonces repatriar sus fábricas y atraer a los inversores extranjeros. Una manera de mostrar que Taiwán, en el núcleo de la cadena logística mundial, podía aprovechar la confrontación existente desde enero de 2018 entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo chino Xi Jinping.
Un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y (...)