¿Qué es una rosa? ¿Un ardid vegetal para incitar a los insectos a propagar el polen? ¿Una flor aromática? ¿Un objeto agradable a la vista, un fragmento de naturaleza en el artificio urbano? Se trata principalmente de un producto que compramos para regalar; un símbolo de amor y respeto que la industria publicitaria se encarga de sustentar en eventos como el día de la Madre o San Valentín. Regalo listo para el consumo y que no requiere prácticamente ningún cuidado por parte del destinatario, la rosa, una vez marchita, termina como un residuo más. De hecho, ese es el destino que debemos darle y no desecharla con la basura orgánica, debido a la carga química de sus tejidos y del agua que contiene.
El ciclo de vida de una rosa comienza ocho años antes de que el camión de la basura se la lleve hacia la incineradora. En una plantación de (...)