El director John Ford pagó a plazos los derechos de autor al escritor irlandés Maurice Walsh para adaptar El hombre tranquilo a la pantalla. Primero, le entregó diez dólares –año 1936– con el fin de asegurarse la opción de rodar una película basada en la historia de 37 páginas que había leído, fascinado, en The Saturday Evening Post.
Posteriormente, subió la cifra a 2.500 dólares. Y sólo cuando pudo ejecutar el proyecto, añadió 3.700 dólares y firmó con Walsh el contrato definitivo. John Wyne y Maureen O’Hara interpretaron los papeles estelares.
¿Cuánto dinero generó la película que tuvo siete nominaciones y ganó dos Oscar en 1952? Según cuenta Javier Reverte en el prólogo de la edición española de esta obra, “los beneficios fueron enormes”, mientras que al escritor le aportó poco más de 6.000 dólares y grandes desengaños pues, a su entender, el guionista Frank S. Nuget alteró la esencia (...)