Hace ya casi cuatro décadas, en los años 1980, los actores mundiales en salud eran la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), las cooperaciones bilaterales de los Estados Unidos de América, y los países del norte de Europa (Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Noruega, en particular).
Actualmente, asistimos a la proliferación de actores internacionales en el campo de la salud mundial: OMS, UNICEF, ONUSIDA, UNITAID, UNCTAD, OMC, OMPI, PNUD, FAO, FMI, Banco Mundial, los bancos regionales de desarrollo, el G7 y el G20, el G77+ China, el Movimiento de los no alineados, los BRICS, el Fondo Global, partenariados público-privados como la Alianza GAVI o el COVAX, la industria farmacéutica, fundaciones filantrópicas como Bill & Melinda Gates, organizaciones no gubernamentales sin o con ánimo de lucro, la academia y hasta los grandes grupos de (...)