Duramente negociados para poner fin a la guerra, los acuerdos cerrados en Dayton y firmados en París el 14 de diciembre de 1995 incluían una dimensión civil a propósito de la organización de los poderes en la antigua república yugoslava de Bosnia-Herzegovina. A falta de un compromiso sobre un nuevo texto surgido de un proceso democrático, los principios constitucionales que figuran en su anexo 4 –redactado en inglés– siguen sirviendo de ley fundamental.
Las muy alambicadas instituciones resultantes debían preservar la existencia de un Estado central al tiempo que confirmaban la división administrativa del país y la atribución de derechos específicos a los tres pueblos reconocidos como “constituyentes” en época yugoslava: bosníacos (musulmanes), serbios (ortodoxos) y croatas (católicos), distintos de “los otros”, las minorías principalmente romanís. La República Serbia de Bosnia (República Srpska o RS) forma la primera entidad, que ocupa el 49% del territorio. La segunda es la Federación de (...)