“Cuando nos despedimos yo tenía lágrimas en los ojos”. Joseph Carfantan, de 87 años y durante toda su vida conductor de vehículos pesados en el sector agroalimentario, se encuentra sentado en su cocina en Lamballe (Côtes-d’Armor, en la región de Bretaña) mientras masculla su pena. “Tuteaba a todo el mundo. El doctor Toqué era un poco como mi hijo”. “¡No hables de él en pasado, papá!”, exclama divertido Jean-Paul Carfantan, su verdadero hijo según el registro civil. “Se fue a Le Mans [departamento de Pays de la Loire] a ejercer en el hospital. Mientras tanto, Lamballe se ha convertido en un desierto médico”. El hijo de Carfantan tuvo que utilizar sus contactos para encontrar un médico para su padre –“prácticamente fue enchufe…”–. También conductor de vehículos pesados, contactó con el profesional que le atendía en las revisiones médicas anuales.
A primera vista, Lamballe, situada a pocos kilómetros de la costa bretona, (...)