A la hora en la que los primeros rayos de sol sacan a Bombay de su torpeza nocturna, las calles comienzan a rebosar de miles de repartidores que depositan montañas de periódicos al pie de los edificios o de los caballetes de madera de los vendedores callejeros. Los clientes, ya agolpados alrededor del puesto, dejan caer algunas rupias sobre la mesa, antes de sumergirse silenciosamente en una lectura concentrada mientras beben a sorbos un chai, un pequeño vaso de té muy caliente. Este ritual no es un espectáculo inusual en un país donde la prensa cuenta con más de ciento treinta millones de fieles lectores.
Según The Economist , la India escaló la primera posición en el mercado de la prensa mundial, por delante de China. Una de las claves de dicho éxito se encuentra en el aumento de la alfabetización, que ha pasado de representar el 12% de la (...)