Tras las operaciones militares, continúa habiendo muertos precoces (Agnès Stienne, “Irak: après les feux de la guerre, les cancers”. Visions cartographiques, 5 de diciembre de 2012, http://blog.mondediplo.net).
En 2009, los médicos del hospital general de Faluya, asustados de lo que constataban a lo largo de los años, enviaron un correo colectivo a Naciones Unidas para pedir investigaciones independientes: “En septiembre de 2009, de ciento setenta recién nacidos, el 24% moría durante la primera semana, entre los cuales el 75% presentaban malformaciones importantes”. Se llevaron a cabo investigaciones parciales en Faluya y en Basora unos meses más tarde, y los resultados se publicaron en el Bulletin of Environmental Contamination and Toxicology de la Universidad de Michigan. Los autores resumieron sus observaciones en una frase, que lo dice todo: “La tasa de cáncer, de leucemia y de mortalidad infantil observada en Faluya es más elevada que la (...)