De creer en los grandes titulares de la prensa estadounidense que predicen un boom económico gracias a la “revolución” de los gases y petróleos de esquisto, en poco tiempo el país se va a estar bañando en oro negro. El informe 2012 “Perspectivas energéticas mundiales” de la Agencia Internacional de Energía (AIE) anuncia en efecto que para el año 2017 Estados Unidos le va a arrebatar a Arabia Saudita el puesto de primer productor mundial de petróleo y va a acceder a una “cuasi autosuficiencia” en materia energética. Según la AIE, el alza programada de la producción de hidrocarburos, que pasaría de 84 millones de barriles/día en 2011 a 97 en 2035, estaría proviniendo “completamente de gases naturales líquidos y de recursos no convencionales” –esencialmente gas y aceite de esquisto–, mientras que la producción convencional empezaría a caer a partir de… 2013.
Extraídos mediante fracturación hidráulica (inyección a presión de una (...)