“Este año fue extremadamente difícil, en particular para los más vulnerables de nuestros ciudadanos. Pero nosotros estamos luchando realmente contra las causas profundas del problema: la salud de las finanzas públicas mejora, las economías menos competitivas obtienen mejores resultados, el sector financiero se está saneando, y nuestra estructura de gobernanza mejora. No cantamos victoria, pero hay razones para ser optimistas, y creo que los inversores y los interlocutores lo reconocen”. Con esas palabras, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, se congratulaba el 14 de diciembre de 2012 del acuerdo sobre la unión bancaria firmado en el Consejo Europeo de Bruselas.
Las autoridades europeas, sobrepasadas por una crisis financiera que no supieron controlar, se agitan desde hace meses tratando de reformar su sistema de control bancario. Durante la cumbre europea de junio de 2012, los gobiernos habían encargado a la Comisión la formulación de proposiciones concretas. En septiembre, la (...)