Estimado Hubert:
Las opiniones emitidas por un “gaullista-mitterrandista” –audaz oxímoron– conocido por su capacidad para desinflar globos tienen mucho peso. Como lo demuestra tu informe sobre el regreso de Francia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que te había encargado en 2012 el presidente François Hollande, confiando -quién no lo haría- en tu conocimiento y experiencia. Al ser el ruido mediático inversamente proporcional a la importancia del tema, no debe sorprender la relativa discreción en torno a este. Los problemas de defensa no movilizan demasiado a la opinión pública, y el lugar de Francia en el mundo no podría causar tanto alboroto como Baby y Népal, los elefantes tuberculosos del zoológico de Lyon. Excepto cuando una batalla de Austerlitz nos llena de orgullo, como sucedió recientemente con esa heroica avanzada en el desierto maliense que, sin muertos ni disparos, hizo retroceder hacia la montaña a bandas errantes de (...)