Se cita a menudo esta pregunta que a Henry Kissinger le gustaba hacer: “¿Qué indicativo telefónico para llamar por teléfono a Europa?”. Su actual sucesor a la cabeza del departamento de Estado, John Kerry, conoce la respuesta. Y no es la que sugiere el organigrama de la Unión Europea (UE) en el que se enumeran no menos de tres presidentes: el del Consejo Europeo, el de la Comisión Europea y el del Parlamento Europeo. Todo el mundo sabe que no son ellos quienes toman las decisiones importantes.
Para hablar de cosas serias, Barack Obama y John Kerry tienen que marcar los números del tándem que realmente dicta la ley en el seno de la UE: el de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE) y el de la canciller alemana, Angela Merkel. Suficiente para acongojar a François Hollande cuya promesa electoral de “reorientar” la construcción europea desembocó en un fiasco (...)