“El problema del Sahel no se puede arreglar con flores”, afirma Macky Sall. El presidente senegalés quiere reforzar la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), “una de las más mortíferas en la historia de los cascos azules”, con 102 muertos en sus filas. En particular, teme tener que enfrentarse a “retornados”, los yihadistas expulsados de Irak o Siria.
Por su parte, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas reconoce que no está en condiciones de “imponer” la paz, debido a unos mandatos que solo le permiten proteger a las poblaciones. En cambio, este “reto operativo” podría afrontarse con intervenciones africanas más ofensivas. El G5 Sahel implica directamente a los Estados más amenazados por las organizaciones yihadistas de la región: Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger y Chad. Los objetivos de la fuerza conjunta que se está creando son claros: un (...)