¿Quién se queda con el perro en caso de divorcio? ¿Cómo se evalúan los daños causados por el tránsito de una vaca errante? ¿Qué hacer si no se respetan las especies protegidas? En Francia, estas y muchas otras preguntas conciernen textos que se encuentran dispersos en siete códigos legislativos (civil, penal, rural, de medio ambiente, etc.) y que constituyen de hecho el derecho de los animales. Frente a esta dispersión, comienza a constituirse el “derecho animal”, que busca conformar un corpus coherente de normas jurídicas. Sin embargo, no se trata de un objetivo meramente práctico: dicha substitución señala no solo el deseo de reforzar la protección animal, sino también la aparición progresiva de una nueva concepción de su naturaleza.
La cuestión de los deberes humanos para con los animales comenzó a teorizarse en la Ilustración, aunque suele citarse un fragmento aislado de la obra de Teofrasto, discípulo de Aristóteles, como prueba (...)