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La inocencia, gracias al ADN

por Marie Agnès Combesque, junio de 2008

Ryan Matthews, de 17 años, fue condenado a muerte en Luisiana en 1999 por el asesinato de un comerciante de Bridge City dos años antes. Su co-acusado, Travis Hayes, fue sentenciado a cadena perpetua. Ambos jóvenes están en el límite de la debilidad mental. Habían sido identificados por testigos en las horas siguientes del crimen. Los abogados de ambos solicitaron que se realizaran análisis de ADN, los que finalmente demostraron que eran inocentes, y permitieron hallar al asesino. Ryan Matthews fue liberado en 2004. Travis Hayes tuvo que esperar dos años más para salir de la cárcel.

Earl Washington fue condenado a muerte en 1984 en el estado de Virginia. Durante las primeras horas de su detención, el joven de 22 años, deficiente mental leve, confesó varios crímenes. En 1993 se realizaron análisis de ADN que demostraron que el esperma hallado sobre la víctima no era el suyo. El 14 de (...)

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DossierDetrás de la ciencia, un filón comercial

Una disciplina punta, la genética, afecta a las bases mismas de la vida. Una tecnología invasora, Internet, transforma poco a poco la actividad humana. La confluencia de ambas acaba de producirse. Los inversores se regodean al respecto, mientras que los científicos discrepan.
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  • Genética personalizada, ¿realmente vale la pena?

    Catherine Bourgain
    Tras haber colgado en Internet las publicaciones profesionales, los estados de ánimo y la lista de sus amistades, el “homo digital” soñaría con “compartir” en la red sus datos médicos personales…y su información genética.

    Recuadro: Léxico

  • ¿De quién es el ADN?

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    Recuadro: Los límites “del fichado”

  • El proyecto del “National Geographic”

    Pierre Darlu
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    Recuadro: El nuevo elixir