En las pantallas de televisión aparecen soldados de infantería egipcios vestidos con uniformes caqui rociando desinfectante sobre el asfalto. Acompañados por una banda sonora digna de una película de serie B, los soldados reparten mascarillas a una disciplinada multitud que se apresura a entrar en el metro de El Cairo mientras que las cámaras de los drones ofrecen imágenes aéreas de uno de los cuatro hospitales de campaña que se han levantado en el país. En el reportaje también se elogia la capacidad de las fábricas del Ejército, que pueden llegar a producir hasta 100.000 mascarillas quirúrgicas cada día (en un país de 100 millones de habitantes). En este mes de mayo, el Egipto del presidente y mariscal Abdelfatá al Sisi eligió una puesta en escena marcial para demostrar que su Ejército no teme enfrentarse a la epidemia de coronavirus.
El 7 de abril, Al Sisi aseguró que el país disponía (...)