La derecha latinoamericana vuelve al ruedo. A veces lo hace a través de golpes jurídico-institucionales y mediáticos, como en Brasil; otras, recurriendo a la estrategia basada en la tensión, como en Venezuela. Pero no siempre. Después de más de diez años de hegemonía de la izquierda, Argentina, por ejemplo, eligió a finales de 2015 al empresario Mauricio Macri como presidente del país. ¿Cómo explicar semejante giro?
En primer lugar, se debe a la crisis económica y a su gestión. La caída de la demanda mundial de materias primas privó de combustible al motor de las políticas redistributivas. Regreso del desempleo, de la inflación, de la pobreza, incremento de las desigualdades: tras un periodo de progresos considerables, el panorama se oscureció y los Gobiernos optaron por reajustar sus políticas económicas y sociales.
También es resultado de la recuperación de la hostilidad de la opinión pública frente a los reiterados escándalos de corrupción en (...)