Los avatares de Paraguay propiciaron la vida accidentada de Augusto Roa Bastos. A lo largo de la historia, se sucedieron en su país choques entre buscadores y sepultureros de la libertad: guerras civiles, golpes de Estado, dictaduras repetitivas en medio de frágiles respiros democráticos, sin contar dos guerras internacionales que menguaron a esta nación, para colmo incrustada en tierras del continente. Nacido en Asunción en 1917, Roa Bastos vivió su infancia en Iturbe, donde recibió el sentido de la dignidad, cariño y disciplina de su padre. De su madre, le llegó el espíritu artístico, el hábito de la lectura y el estímulo de la escritura que no lo abandonaría jamás. Ya adolescente, se trasladó a estudiar a la capital, Asunción, desde donde mantuvo una correspondencia frecuente con su familia.
En 1960, publica su primera novela, Hijo de hombre, epopeya sublime de un pueblo sufrido y doliente. Ganadora del Premio Losada (1959), (...)