Desde hace algunos meses, la idea de un “New Deal ecológico” seduce a un creciente número de dirigentes políticos en el mundo entero. En respuesta a la crisis financiera, los gobiernos de los grandes países capitalistas, así como las potencias emergentes de Asia recurren a todo tipo de medidas para intentar frenar la recesión y sacar a sus economías del marasmo. Las autoridades estadounidenses y chinas han decidido, por lo tanto, invertir en el mejoramiento de la infraestructura pública, así como en la producción de energías renovables. Sin embargo, las virtudes sociales y ecológicas atribuidas a este tipo de medidas deben analizarse con cuidado.
Aun cuando se asista a un incuestionable giro de las políticas neoliberales implementadas hace algunas décadas, la cuestión continúa siendo saber si la noción de “New Deal ecológico” es realmente adecuada para designar esta nueva orientación. Más aún cuando la expresión se impuso en el vocabulario de (...)