Prehistoria
Año 2007. Jóvenes profesionales lanzan un movimiento llamado G700 para denunciar el surgimiento de una generación obligada a arreglárselas con 700 euros al mes. Cinco años más tarde, lo que ayer era inaceptable es un sueño, y la organización anuncia su autodisolución: “Desde la creación del movimiento, el destino de los protagonistas del G700 ha cambiado. (…) Lo que nosotros llamábamos el ‘umbral de los 700 euros’, y que identificábamos como una referencia social, fue superado por los acontecimientos. (…) Para los que continúan trabajando en nuestra actividad, 700 euros al mes constituye ahora una suma prodigiosa”. Se ha terminado la exigencia de “dignidad”. “Nuestra demanda personal se reduce hoy a la supervivencia”.
Invierno
A finales de 2013, la tasa de desempleo alcanzó el 30%. La parte de la población activa que ya no interviene en la vida económica (que incluye a los desempleados no declarados, a los (...)