Mientras los manifestantes expresaban su oposición a un nuevo acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Washington, los jefes de Estado y de gobierno europeos, reunidos en Bruselas el 19 y 20 de diciembre pasado, proponían la implementación de una nueva herramienta: los “acuerdos de naturaleza contractual”, firmados entre la Comisión y los Estados miembros. Una vez aplicado, este dispositivo podría representar el arma más poderosa nunca antes entregada a las instituciones europeas para desmantelar los Estados sociales.
Si bien la medida sigue en discusión, el presidente del Partido Socialista Europeo, Sergei Stanishev, asegura que esta podría “hacer desaparecer las disposiciones sociales en todos los Estados miembros, uno tras otro, medida tras medida”. Temiendo una explosión de euroescepticismo, en caso de que se autorice a Europa a inmiscuirse en los Estados para llevar adelante reformas estructurales en su seno, Guy Verhofstadt, jefe de las filas liberales del Parlamento (...)