Desde la llegada al poder de la coalición formada por la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S por sus siglas en italiano), el 1 de junio, Italia preocupa a los analistas políticos europeos. Mientras que unos se alarman ante la dureza de las políticas migratorias del ministro del Interior Matteo Salvini, otros denuncian unas decisiones económicas que pisotean las normas de la Unión Europea. “Populista”, “cercana al fascismo”, “alianza extremista”: la mayoría de los medios de comunicación vilipendian la coalición Liga-M5S. La izquierda, a caballo entre la denuncia de las derivas autoritarias y xenófobas del Gobierno y cierta simpatía por la revuelta que lleva a cabo contra Bruselas, se encuentra en una situación delicada.
Cuando un gran país como Italia decide ignorar las conminaciones de la Comisión Europea, ¿no debería alegrar a todos los detractores de la austeridad? Una parte de la respuesta reside en la naturaleza del compromiso alcanzado (...)