En 1996, en la estela de la conferencia euro-mediterránea de Barcelona, Marruecos firmaba un acuerdo de asociación con la Unión Europea. Este texto, que entró en vigor en marzo de 2000, se funda oficialmente en el principio de “reciprocidad”. Prescribe el libre acceso de los productos industriales marroquíes al mercado comunitario, en tanto que Marruecos se compromete a desmantelar progresivamente su mecanismo tarifario para los productos industriales europeos. La liberalización del comercio de los servicios constituye un componente esencial del proceso que apunta a establecer una zona de libre comercio en 2012. “Una vez firmado el acuerdo sobre los servicios, habremos dado un importante paso adelante”, subrayaba a fines de febrero, en Rabat, Bruno Dethomas, jefe de la delegación de la Comisión Europea, al concluir la primera fase de las negociaciones bilaterales sobre este asunto.
Hasta el momento, los productos agrícolas marroquíes están gravados con unos derechos aduaneros reducidos o nulos (...)