Un mismo término, objetivos distintos

Si bien, vistas desde Europa o Estados Unidos, las renacionalizaciones decididas estos últimos años en América Latina pudieran parecerse, tienen en realidad preocupaciones y objetivos bien distintos. La nacionalización de los hidrocarburos ordenada en 2006 por el presidente boliviano Evo Morales apuntaba a incrementar los impuestos recaudados por el Estado. Ésta fue también la motivación de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, en lo que respecta a los recursos de la faja petrolífera del Orinoco, una de las más ricas del mundo. En ambos casos, el Estado no se ha quedado con el total de las acciones de una compañía, sino que se ha reservado la mayoría del capital de las sociedades mixtas implicadas en la explotación de las reservas, de forma que se benefician a la vez de su aporte financiero y de su experiencia técnica. Situación que aceptaron Total, BP y Chevron, asociadas con la empresa nacional venezolana Petróleos (...)