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El proyecto Yasuní, un intento de transición ecológica

En Ecuador, la biodiversidad se pone a prueba de la solidaridad internacional

Del 20 al 22 de junio, se ha celebrado en Brasil la cumbre internacional Rio+20 sobre desarrollo sostenible. Mientras los países ricos tratan de imponer una economía “verde” compatible con el orden neoliberal, otros proponen soluciones más originales. Es el caso de Ecuador, que ha defendido en Río un proyecto concebido para conciliar soberanía nacional, progreso social y protección de los ecosistemas.

por Aurélien Bernier, febrero de 2016

En junio de 2007, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, elegido algunos meses antes, anunciaba el lanzamiento de una iniciativa calificada de “revolucionaria”: el proyecto Yasuní-ITT. Éste preveía la renuncia de Ecuador a la explotación petrolera en el corazón del parque natural de Yasuní –donde ya se han realizado excavaciones para tres pozos exploratorios (Ishpingo, Tambococha y Tiputini, de donde proviene la abreviatura “ITT”)– si la “comunidad internacional” aceptaba pagar al país una compensación correspondiente a la mitad de los ingresos calculados, estimados en más de 7.000 millones de dólares en trece años. Los fondos así obtenidos permitirían a Quito desarrollar las energías renovables, preservar y reparar los ecosistemas protegiendo al mismo tiempo a las poblaciones indígenas (algunas de las cuales viven en total aislamiento), llevar a cabo investigaciones sobre la valorización de la biodiversidad, e incluso instaurar programas sociales destinados prioritariamente a las poblaciones de las zonas en cuestión.

A primera (...)

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