El expresidente estadounidense Donald Trump detesta los golpes de efecto que no son obra suya. Sobre todo, si le hacen perder dinero: “Nos hemos gastado cien millones de dólares para luchar contra Joe el corrupto. Y, de golpe, deciden retirarlo y poner a otro en su lugar”.
No ha sido la única sorpresa del verano. En menos de un mes, entre el 7 de junio y el 21 de julio, un debate televisivo entre los dos principales candidatos “reveló” la extrema fatiga del presidente Joseph Biden, Trump se libró de un intento de asesinato y los caciques del Partido Demócrata obligaron a su candidato oficial —ganador de todas las primarias— a que retirara su candidatura en beneficio de su vicepresidenta, pese a que los sondeos mostraban por entonces que era más impopular que él. Pero también eso iba a cambiar en unas cuantas horas. Kamala Harris, calificada de oportunista e insincera, (...)