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Sade y el espíritu del neoliberalismo

En sus textos vitriólicos, Sade (1740-1814) anuncia el advenimiento de la sociedad productivista. Su mundo refleja el mecanismo de producción, con su organización, sus representaciones, sus símbolos y sus diferentes formas de racionalización, que pueden llevar a la destrucción de la libertad. Con su visión radical, este autor construye una suerte de economía política de la producción corporal, cuya transposición en el tiempo y el espacio permite comprender hasta qué punto la construcción del capitalismo del siglo XVIII anuncia el neoliberalismo del siglo XXI.

por Patrick Vassort, agosto de 2007

El libro principal de Donatien Alphonse François de Sade es Las ciento veinte jornadas de Sodoma (1785). El autor aborda allí el “mundo perfecto” de una sociedad totalitaria, que el cineasta italiano Pier Paolo Pasolini, en su película Saló (1976), transpuso a la completa debacle de la Italia fascista de 1944. Imaginando el secuestro masivo de individuos jóvenes y viejos de ambos sexos, dotados de todos los vicios y de todas las virtudes, por un grupo de hedonistas libertinos, el marqués de Sade construye el “mundo perfecto” de la producción sexual, que tiene como finalidad el “gozo absoluto” (el de los libertinos). En última instancia ese gozo no era más que el fantasma y la representación de una productividad récord y absoluta.

Contemporáneo de los comienzos de la industrialización, Sade propone una visión más radical que la de los economistas fisiócratas, sus contemporáneos, que veían en la racionalización de la agricultura (...)

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