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La prensa en manos de depredadores

Reunidos en asmablea general, el 98% de los periodistas de Les Echos han notificado un “rechazo masivo” a la compra de esa cabecera por el grupo empresarial de Bernard Arnault, primera fortuna de Francia y amigo de Nicolas Sarkozy. En Estados Unidos, la oferta de adquisición del Wall Street Journal por Rupert Murdoch, admirador del presidente George W. Bush, inquieta también a los redactores de ese periódico. Pero Serge Dassault, patrono de Le Figaro, se pregunta ¿por qué la libertad de expresión para los periodistas y no para los accionistas?

por Marie Bénilde, agosto de 2007

El jueves 28 de junio del 2007, cuando los periodistas del Wall Street Journal comprendieron que Rupert Murdoch, el magnate australo-estadounidense de los medios de comunicación, estaba a punto de firmar un cheque de cinco mil millones de dólares para comprar ese diario, decidieron responder con mucha dureza... ¡llegando tarde a la redacción! La huelga no forma parte del metabolismo periodístico de esa institución de la prensa mundial, y –sea cual sea el peligro– es una tradición no perturbar la publicación del diario financiero para no asustar al lector de la City.

Con esa muestra de malhumor, los ciento cincuenta periodistas que participaron en la protesta –es decir, la mitad de los efectivos que el Wall Street Journal posee en suelo estadounidense– deseaban mostrar su desaprobación a la familia Brancroft, propietaria del periódico desde 1902. Esperaban así poder influir en las negociaciones exigiendo la creación de un comité independiente que debería (...)

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