Durante los últimos dos años, los líderes de la ilegalizada rama política del “Movimiento de Liberación Nacional Vasco” (MLNV), de izquierda radical, han presionado sistemáticamente a la rama paramilitar de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) para que abandone la táctica de la lucha armada, a la vez que ha procurado forjar una colaboración electoral con dos partidos legales que ha demostrado tener un enorme éxito en las elecciones municipales, forales y generales de 2011, al obtener aproximadamente una cuarta parte de los votos. De hecho, este elevado resultado electoral ha permitido que los nacionalistas de izquierdas hayan conquistado un nivel sin precedentes de poder institucional, e incluso hayan logrado un impresionante sorpasso del todavía hegemónico Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), demócrata-cristiano, en cuanto a representación institucional.
La presión cada vez mayor desde dentro del MLNV para que terminara la violencia fue una respuesta a diversos factores, incluido no sólo el reconocimiento de que (...)