Después de más de ocho años en el poder casi sin solución de continuidad, Silvio Berlusconi tuvo que abandonar la presidencia del Consejo de Ministros italiano. Pero continúa su carrera política como diputado y sigue siendo el líder de uno de los dos grandes partidos del país, Popolo della Libertà, fundado hace dieciocho años bajo el nombre de Forza Italia. “Vuelvo a ser empresario, pero de un partido político. Debemos reorganizarlo todo”, declaró el 16 de noviembre, después de su dimisión. Indefectible en el sistema parlamentario bicameral italiano, pues como aliado de la Liga del Norte que pasó a la oposición, dispone de una mayoría relativa en la Cámara de Diputados y de una mayoría absoluta de bloqueo en el Senado. Así, tiene una espada de Damocles sobre el “gobierno técnico” de Mario Monti mientras no se realicen nuevas elecciones (lo más tarde en la primavera de 2013).
El “Cavaliere” no (...)