La agricultura ecológica engloba prácticas que pretenden favorecer la conservación de los ecosistemas y la equidad respecto de los agricultores. La ausencia de pesticidas sintéticos es, sobre todo, lo que reduce considerablemente su impacto sobre el medio ambiente y la salud. Las moléculas que componen los productos fitosanitarios, fabricadas en laboratorios, han ido acompañando la progresión de los rendimientos agrícolas por todo el mundo. No obstante, desde hace algunas décadas, aumenta la concienciación sobre los efectos del uso intensivo de unos productos químicos cada vez más variados.
Desde hace veinte años, por ejemplo, se registra una contaminación generalizada de las aguas superficiales y subterráneas por nitratos y sustancias fitosanitarias. Según las últimas cifras de las Agencias del Agua en Francia, en 2014, el 87% de los cursos de agua inspeccionados contenían al menos un pesticida. Las dos sustancias observadas con más frecuencia son el AMPA, un metabolito del glifosato, y, a (...)