Hace cosa de tres décadas, un investigador francés, Jacques Benveniste, lanzó un artículo con su último hallazgo: el agua posee memoria; durante años o siglos conserva recuerdos de lo acaecido en su seno. Por ejemplo, en el mar de Cádiz quedan remembranzas de la batalla de Trafalgar; o algo parecido, pues tan asombrosa aserción admite toda clase de elucubraciones. Al menos, el tema dio el título a Teresa Viejo de su cuarta novela. No publiqué nada sobre “la memoria del agua” porque me encontraba en aquel momento fuera de juego periodístico, condenado al silencio por La Voz de Galicia o El Alcázar, tanto monta, por mis notorias actitudes políticas. Empero, me prometí seguir el rumbo literario de esta conocida presentadora de radio y de televisión, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, donde también cursó estudios de Sociología.
Acaba de publicarse ahora Mientras llueva, la novela (...)