Conocí a Miguel Ángel Asturias en 1966. Julio César Méndez Montenegro, recién elegido presidente de Guatemala, lo había nombrado embajador en Francia. Para ello, el presidente hubo de firmar un pacto secreto con el Ejército, condición que ponía el Alto Mando militar. A Asturias le criticaban las izquierdas, en particular su hijo Rodrigo Asturias, comandante guerrillero e integrante de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Rodrigo Asturias había adoptado el pseudónimo de Gaspar Ilom, nombre que llevaba un indígena rebelde en Hombres de maíz, la novela de su padre. La URNG fue una organización guerrillera que se opuso a los gobiernos militares de la década de 1980 durante la guerra civil guatemalteca. Tras la firma de los acuerdos de paz, en 1996, la URNG se convirtió en un partido político.
Le criticaban también las derechas. Asturias se interesaba demasiado por la suerte de los indios. Había obtenido el doctorado en Derecho (...)