Contrariamente a lo que podría creerse atendiendo los medios de comunicación, los embarazos de adolescentes en los países occidentales tienden a reducirse. Según el informe publicado en Francia por la Caja Nacional de Subsidios Familiares (CNAF en francés), el número de madres muy jóvenes -entre 15 y 19 años- registra una constante disminución en los últimos treinta años (ver recuadro). En efecto, las madres muy jóvenes y sus parejas adoptan comportamientos maduros con respecto a su fecundidad comparables a los de los adultos y retardan la edad de traer al mundo a un hijo.
Sin embargo, como señala el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) "si bien el número de embarazos adolescentes ha disminuido, en cambio ha aumentado la percepción de los embarazos adolescentes como problema social” Dos tipos de fenómenos explican la inquietud de las autoridades públicas: por una parte la persistencia de tabúes relativos a la sexualidad (...)