El 1 de enero de 2006, sin armas, pero luciendo su tradicional capucha, el subcomandante Marcos, el más célebre dirigente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), salió de su feudo en las montañas de Chiapas. Rebautizado “delegado cero”, Marcos inició un periplo en moto que lo llevará, junto a una delegación indígena, por los 31 Estados Mexicanos, y que durará hasta la víspera de las elecciones presidenciales de junio próximo.
Más allá de constituir un guiño al épico viaje por Sudamérica realizado en 1952 en su rugiente motocicleta “La Poderosa” por quien se convertiría en el Che Guevara, la iniciativa del “sub” reviste un alcance nacional e internacional. Decidido a ir a “escuchar a la gente” y a desarrollar “otra campaña”, Marcos anunció claramente en su primera etapa en San Cristóbal de las Casas, el sentido de esta nueva acción. Allí afirmó haber definido “una línea muy clara, de izquierda (...)