Los hermanastros Song Gang y Li Guangtou crecieron durante la Revolución Cultural y siguieron trayectorias muy opuestas. El primero, gentil y leal, experimentó las transformaciones sociales y económicas de su país; audaz y con pocos escrúpulos, el segundo hizo fortuna.
Li Guangtou se iba a Shangai. Llegó a la estación de autobuses con su eterno traje de rallas y acompañado de un joven que le llevaba el equipaje y que tenía aspecto de sirviente. Alguien reparó en él y le preguntó por el joven. Li Guangtou le respondió que era su chófer. Al que preguntaba la respuesta le pareció cómica: Li Guangtou había contratado un chófer cuando ni siquiera tenía coche, le repetía a quien quisiera escuchar, y ambos se habían ido a Shangai en autobús.
Li Guangtou regresó unos días después, pero esta vez ya no lo hizo en el autobús: se había comprado un Santana rojo en Shangai. Ahora poseía (...)